Antes de irme a dormir, fui a la habitación de Ale para intentar convencerle desde ya. Cuando entré estaba tumbado en la cama viendo la tele, nada raro en él.
- ¡Hey Ale!
- Hola...
- ¿Te apetece ir mañana a la playita? ¡Y así conoces gente!
- Mmm... ¿contigo?
- ¿Con quién si no?
- Vale, con tal de salir de esta jaula.
- ¡Pero si estás siempre por ahí! En fin, buenas noches!
- Buenas noches hermanita.
Más fácil de lo que pensaba... se nota que está aburrido. Me fui a mi habitación y me acosté en la cama. No me podía dormir... pensando en como sería el día siguiente con el perfectísimo Luis.... ¡¡Qué nervios!! Al final me dormí enseguida.
Cinco de Julio del dos mil nueve.
Uffff ya por la mañana, hace un día preciosimo, alguna que otra nube pero un sol que arrasa, lo que yo digo, el tiempo va como mi estado de ánimo. Eran las diez de la mañana y estaba desayunando con Ale cuando llamaron a la puerta, ¿tan temprano? Fui corriendo hacia la puerta y no había nadie... ¿quién sería el gracioso? Iba a cerrar cuando me di cuenta de que en el suelo había un papel que ponía: "Silvia". Lo cogí, cerré la puerta y leí lo que ponía:
"No te he dicho a que hora quedamos!! a las 5 en la playa, te tengo que decir algo importante, Luis :)"
Ays... ¿Pero por qué no me lo decía en la cara? A este chico no hay quien lo entienda de verdad. Le dije la hora a Ale y me subí a mi habitación a recoger y demás. Las horas se me pasaron volando, pensando en que me querría decir Luis, seguro que cosas bonitas... como siempre, pero espero no caer en la trampa... pero ¿y si siente algo por mi? No sé... él tan perfecto y yo... bueno yo soy yo. Dios pero si son las 4 y 10 y yo sin prepararme! Pillé el bikini de Roxy, que era negro con las letras de roxy en varios colores, monísimo y también cogí el mono vaquero que me hacía un culo que no tenía. Me puse un poco de bronceador para que me pusiese morena y me senté en el sofá a esperar a Ale... eran las 5 menos 10 y Ale sin moverse, ¡niño impuntal este!
Fui hasta su habitación y lo vi tendido en su cama tan tranquilo...
- ¡Ale baja ya que se nos hace tarde!
- Sil creo que no voy a ir...
- ¡¿¿Por qué??!
- Me encuentro mal y creo que voy a vomitar. - La verdad es que tenía un careto impresionante
- Jo Ale no me hagas esto
- Yo quería ir en serio pero... - Y salió corriendo al baño.
- Puaj, bueno entonces me voy yo ¡Adiós!
- ...
Me decidí a salir de la casa y empezé a andar hasta la playa, que no era muy lejos. Vaya por dios, mi escusa para rechazar a Luis por si hacía algo raro no había funcionado... ¡espero que no me deje llevar! Llegué a la playa y empezé a mirar por todos lados en busca de Luis, nada, no estaba por ningún sitio... De repente alguien me tapó los ojos...
- Ay, quita, ¡que sé que eres tú Luis!!.- Me quitó las manos de los ojos y apareció delante mía. Me miró de arriba a abajo, y yo hice lo mismo. ¡MADRE MÍA! ¡Estaba sin camiseta y lucía unos abdominales que no veas! casi me da algo, llevaba unas bermudas rojas de Nike y nada más.
- ¿No iba a venir tu hermano?
- Sí pero se ha puesto malo...
- Si ya... ¡bueno mejor!
- Si bueno - dije apartando la mirada- Venga vamos que estoy más allá.
Nos adelantamos un poco, cerca de la orilla, ahí tenía su toalla y demás. Yo dejé la mía y me quité el mono. Él no paraba de mirarme... joder ¡me ponía muy nerviosa! De pronto se acercó mucho a mí.. le miré a los ojos, después a su preciosa sonrisa...
- Oye Silvia...
- ... Dime
- ¡¡El agua esta fresquita!! - Rápidamente me cogió no sé ni como y me tiró al agua, ¡ya te digo si estaba fresquita! estaba helada grrr.
- ¡Pero serás! Cuando te coja vas a ver - Dije enfadada
- Jajajajaja eso si puedes!
Pasamos un largo rato así, jugando, pasándolo bien, hacía tiempo que no lo me divertía tanto. Ya eran más de las 8 cuando caí rendida en mi toalla y él se había quedado en el agua. Que bonito atardecer hacía, me recordaba a Fer... cuando pasábamos horas mirándolo, ¡pero no! eso ya es agua pasada, ¿por qué siempre me tendré que acordar de él?
- ¡Hey guapa despierta!
- ¿Qué? Sí claro.
- Yo te tenía que decir algo - Luis se puso sentado en frente mía, estaba muy serio.
- A ver dime...
- Espero que me creas, porque nos conocemos de hace dos días y bueno...
- ¿Sabes qué? - Le interrumpí, él me miró sorprendido. Cogí arena con la mano sin que se diera cuenta y se la estampé en la cara.- La arena todavía está calentita. - Y salí corriendo riéndome a carcajada limpia, mientras él se estaba sacudiendo la arena y escupiendo por la boca.
- No me lo puedo creer, cuando yo te coja vas a saber lo que es el dolor. - Salió corriendo detrás mía, yo intentaba correr lo que más podía pero él me alcanzó súper rápido y de un empujón me tiró a la arena, cogió un puñado de arena y me lo metió por la boca el muy bruto.
- ¿A qué sabe bien?
- Puaj, te has pasado. - Me puse encima de él y salimos rodando hasta la orilla, él se quedó encima mía... los dos nos empezamos a reír como locos.
- Silvia...
- ¿Qué...?. - Me miró a los ojos, me hipnotizaba.
- Déjame hacer una cosa por favor, es que no lo puedo evitar...
- Vale hazlo. - Me agarró las manos, su boca se fue acercando hacia la mia, pero antes rozando sus labios por mi cuello hasta el oído..
- Sabes a sal - Y me besó.
sábado, 22 de mayo de 2010
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