domingo, 23 de mayo de 2010

Capítulo quince.

Llegamos a la playa, no tenía ni idea de donde estaba, solo sabía por lo que me habían dicho, que era la mejor de la isla y no cabía duda por la masa de gente que había. Estuvimos un largo rato buscando un sitio, y al final lo conseguimos. Mi familia se puso en un lado y Luis y yo en otro. Nos quitamos la ropa y colocamos la toalla para sentarnos encima. Me vino a la mente Fer... todo el tiempo que habíamos estado juntos, al fin y al cabo todo a la mierda...

- ¿Vamos al agua? - Luis interrumpió mis pensamientos.
- No me apetece... vete tú.
- No, no... ¿Y si hacemos algo? Es que me aburro...
- Pues si te aburres vete a ligar con esas dos - señalé a unas extranjeras bastante guapas que estaban delante nuestra - Llevan tiempo mirándote.
- Mmm... ¡Vale! - Se fue hacia ellas y se presentó con todo el morro del mundo.
- Pero será...

No paraba de sonreír mientras hablaba con ellas, y ellas le echaban unas miraditas...De pronto las extranjeras empezaron a tocarle toda la tableta, joder ya se que está bueno pero... ¿Qué confianzas son esas? Me levanté y fui hacia ellos.

- Lo siento zorritas pero ya está cogido. -Y me llevé a Luis de allí.
- ¿Perdona? Me dijiste que ligara con ellas.
- Joder que te estaban tocando todo, llego a ir un poco más tarde ¡y se te montan encima!
- Jajaja... Me da que alguien está celosa...
- ¿Quién? Porque yo no
- Tú sí...- Se acercó mucho a mí, podía sentir su aliento.
- Em... ¡más quisieras tú! - Y salí corriendo hacia el agua y me tiré en bomba.

Luis corrió también hacia el agua y fue hacia mí. Dios, con el pelo mojado era aún más guapo ¿Podía ser eso posible?

- Está helada brrr. - Dije.
- La verdad es que un poco... Ven - Me cogió por la cintura y me abrazó por detrás.
- ¿Y esas confianzas? Quita - Intenté soltarme pero no pude.
- Era para que no tuvieras tanto frío antipática. - Me soltó y me hundió la cabeza hasta el fondo del agua. Cuando intenté salir, vino una ola y me hundí más, al final pude salir y no vi a Luis por ninguna parte. Me dirigí hacia donde estaban nuestras cosas y lo vi tumbado en su toalla boca abajo, tan tranquilo.
- ¡Te vas a enterar! - Me senté encima de su espalda, lo cogí por los pelos y le enterré la la cara en la arena. No podía parar de reírme, en cambio él tenía una cara de cabreo impresionante.
- Yo no me río.
- Es que no te has visto la cara jajajajaja.- Se levantó e intentó sacudirse un poco, luego se puso encima mía y me agarró por las muñecas.
- ¿Y si para vengarme te beso? ¿A qué ya no te ríes tanto?
- Atrévete.
- No sería el primero que te daría.
- Pero si el último porque te partiría la cara.
- Correré el riesgo... - Se acercó a mis labios, pero yo aparté la cara.
- Te muerdo...
- ¿Segura?

Siguió acercándose pero yo me apartaba, hasta que soltó mis muñecas para agarrarme la cara, yo ya no me podía resistir a esa sonrisa de victoria que tenía estampada en la cara, esos ojos verdes intensos que me hipnotizaban, ese cuerpazo que hacía que me dieran escalofríos por todo el cuerpo, sus labios rozaban los míos...

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