¿Pero de verdad deseaba besarle? Estaba tan confusa... el seguía acercándose a mí, como si estuviera esperando a que diera yo el paso... solo me hizo falta una mirada suya para saber lo que yo quería, pero...
- ¿Silvia? ¿Qué... haces?
Oh mierda. Luis. Sus preciosos ojos me miraban con decepción, dolor, confusión... todas las expresiones posibles en aquella mirada.
- Luis, espera te lo puedo explicar, él me estaba diciendo que...
- Ahórratelo guapa, si vas a morrearte con cualquiera siempre que me dejes solo, pues sigue así, que vas bien. Lo malo es que yo fui tan estúpido de haberme enamorado de ti. - Dijo con tono triste, se dió la vuelta y se fue.
- ¡No! Luis espera, ¡qué no ha pasado nada! - Corrí tras él pero ya era demasiado tarde.
- ¡Joder, mierda hostia! - Rompí a llorar.
- ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? ¿Por qué? - Miré a Fer, que todavía estaba allí.
- Silvia, tranquila, que ese idiota no sabe nada, además ¿lo conoces de hace cuanto? ¿dos días? por favor.
- ¿No entiendes o qué? Puede que lo conozca de hace pocos días, pero lo quiero. - Esas palabras parecieron que le dolieron.
A lo mejor a Luis lo quería, pero como un amigo, me acababa de dar cuenta, pero él, no lo veía de esta forma. Tenía que hablar con él ya. Salí caminando en dirección a la casa de Luis, pero alguien me detuvo.
- ¿A dónde te crees que vas? ¿Me dejas aquí solo?
- Lo siento pero tengo que hablar con Luis.
- Por favor no te vayas, habla con él mañana.
- Pero es que ni siquiera ha pasado nada entre nosotros, él se ha enfadado y encima ¡creo que me ha dejado! - Seguía llorando.
- Relájate, ya verás como lo entenderá. - Me secó las lágrimas y me abrazó, verdaderamente, lo echaba de menos... pero Luis... ¡¡No sabía que hacer!!
- Fer, yo... estoy confundida.
- ¿Por qué?
- Porque no sé si lo quiero a él como un amigo o no, y porque cada vez que te veo... - Sentí que las mejillas me quemaban - me da un vuelco el corazón...
- Fer se quedó tenso.- Pero tú... yo... me dijiste que no me querías y...
- Fer por favor...
- Yo solo sé una cosa.
- ¿El qué? - Le miré a los ojos.
- Que te quiero y que esperaré a que resuelvas tus dudas, ¿vale?
- Yo.. no sé que decir... Me tengo que ir ya.
Y sin más me fui de allí, directamente para mi casa. Solo tenía ganas de llorar, reír, dormir... Era una sensación extraña, me sentía como una mierda por Luis, porque sé lo que jode que te pongan los "no cuernos" en este caso, y él me hacía sentir única a cada momento y no le quería hacer daño, pero por otra parte, me sentía feliz, al saber que Fer estaba aquí, que después de un año entero, lo volviese a ver, y saber que me quería, que me estaría esperando todo el tiempo que quisiese, lo quería tanto... Tenía que aclararme... no sabía que hacer, pero lo tendría que hacer pronto. Llegué a la puerta de mi casa, vi que en la casa de Luis había una luz encendida, quizá la de su habitación, pero no le di importancia. Abrí la puerta de mi casa y entré, eran cerca de las dos de la mañana. Si que había pasado el tiempo. Subí a mi habitación, quité todas las cosas que tenía sobre la cama, y me tiré en ella, sin ni siquiera quitarme los zapatos. Pensé en todo lo que había pasado... hasta que me entró el sueño, cuando ya me estaba quedando dormida, sonó mi móvil.
sábado, 22 de mayo de 2010
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