sábado, 22 de mayo de 2010

Capítulo tres.

- Joder, que susto me has dado, pensé que eras otra persona... ¿Qué quieres Luis?
- Quien ¿tu novio?
- No, ¿Qué haces aquí? Me persigues ¿o qué?
- No te flipes guapita, vivo aquí
- ¿Donde? ¿¿¿AQUÍ???-Miré hacia mis espaldas, una casa preciosa.
- Oh sí.
- ¡No jodas yo vivo en frente!
- Mmm.. así podré ver tu preciosa sonrisa todas las mañanas.
- Ehh.. si claro adiós imbécil.
- ¿Cómo que imbécil? Te he oido hablar por teléfono... - mierda mierda mierda... ¡qué estaba hablando de él!
- ¿Y?- Intenté disimular, pero se me notaba en la voz.
- Hablabas de mí
- Jajaja, no seas creído guapo, tengo mejor gusto
- No disimules...
- No disimulo, ¡A-D-I-Ó-S!
- ¿Me das un besito de buenas noches?
- No
- Venga ya, en la mejilla aunque sea boba
- ¿Dónde te creias que te lo iba a dar listo?

Me levanté de la acera y me acerqué a él, que bien olía... Fui a darle un beso en la mejilla pero él giró la cara y nuestros labios se rozaron, le di un empujón.
- ¡Serás idiota! ¡Que poco original eres!
- Era la única forma de robarte un beso guapa.
- Púdrete anda. Adiós - Y me fui corriendo hasta la casa de mi tío, dejándole con la palabra en la boca.

Joder, joder... me tiene loquita. Pero yo no voy a caer tan fácilmente, eso lo tengo claro, ¿qué se cree? ¿que yo soy como una de las fulanas con las que se ha liado? pues va a ser que no.
Entré en casa y me fui a la que sería mi habitación ese tiempo. Me puse en el tuenti con el portátil... no había nada interesante, ni siquiera Pablo me había respondido al privado...
Pi pi pi.. (sms al móvil). Joder hablando del rey de Roma... Había recibido un sms de Pablo que ponía:
Llámame.
Siempre ha sido de pocas palabras, que se le va a hacer. Mmm.. no sabía si llamarlo... pero le tenía que dejar las cosas claras antes de que me empezara a acosar con los sms, marqué su número, 1 timbrazo, 2, 3...
- ¿Sí?
- Hola soy yo, ¿para que querías que te llamase?
- No sé, me aburria...- Muy original.
- Ahh, Pablo... tengo que decirte algo
- ¿Qué?- Respiré hondo.
- Creo que lo mejor será que lo dejemos... no sé, lo nuestro nunca ha funcionado bien y además a ti te gustan todas... No me gusta decirtelo por teléfono pero es lo único que puedo hacer ahora
- ¡¿¿Por que??! Pero serás zorra y yo dandolo todo por ti, mira ¡vete a la mierda!
- ¡Oye relájate! Si eso es todo lo que puedes dar... ¡mal! A ver yo no soy celosa pero que te vayas siempre por ahí con tías no me gusta ¿sabes?
- Pues si no te gusta te jodes, se acabó, a la mierda todo.-Y me colgó.

Rompí a llorar.Vale que se enfade, pero no que me diga todas esas cosas... joder no se ni porqué lloro, no se merece mis lágrimas. También vale que lo haya dejado pero, nosé yo al principio lo quería, era perfecto para mí... ¿por qué todo lo que me pase me tiene que salir mal? No lo entiendo...
Después de un largo rato pensando, me quedé dormida con lágrimas en los ojos y con la ropa puesta.

Cuatro de Julio del dos mil nueve.
Al día siguiente fue un día asqueroso, no se podía ir a la playa porque el día estaba nublado, se parecía a mi estado de ánimo. No salí de casa en todo el día, solo me apetecía ver telenovelas en la tele e inflarme a comer hasta reventar. Mi madre, mi tío y Ale se habían ido por ahí a comprar comida, como siempre no cuentan conmigo con nada... hasta eso me sale mal... Mas bien, me tratan mal ellos. Joder...
A eso de las 6 de la tarde me asomé por la ventana y ahí estaba él, Luis, tan perfecto... tenía los pantalones caídos y se le podía apreciar bastante bien su precioso culo, llevaba una camiseta apretada blanca y estaba arreglando una moto... ¿Tenía moto? Cogí la basura del cubo y salí fuera con una escusa para verle de cerca.

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