sábado, 22 de mayo de 2010

Capítulo ocho.

Hora de prepararme, le cogí prestado un vestido a mi madre, no creo que le moleste y como llevamos casi la misma talla... Era un vestido informal, blanco y por encima de las rodillas. No me maquillé mucho, cogí mi bolso marrón que me hacía juego con las romanas marrones que llevaba y salí por la puerta. Allí estaba Luis, guapísimo, con unos pantalones cortos, camiseta ajustada y cazadora. Corrí hasta él y me besó.

- Estás preciosa...
- ¡¡No tanto como tú!

De camino a la playa no hablamos casi nada, íbamos caminando cogidos de la mano, con las miradas apartadas.
Llegamos a la playa y había muchísima gente, buscaba con la mirada a Fer, pero no lo veía, me da que Luis se dio cuenta, pero no dijo nada. De pronto alguien me tapó los ojos y la mano de Luis y la mia se separaron.

- Pero ¿qué? ¿Quién es? ¡Suéltame! - Sabía que era Fer, es al único que conozco aquí aparte de Luis.
- Soy el nene que hace que tus piernas tiemblen al verme pasar - Me dijo al oído y me soltó partiéndose de la risa.
- Jajajajaja ¡eres un idiota! - Dije pegándole.
- Jaja ya, que bien que hayas venido! bueno ¿te adentras en la multitud?
- ¡Sí ahora voy!
- No tardes. - Se despidió de mi dandome un beso en la mejilla.
- ¿Luis? ¿Dónde estás?
- ¡Aquí! Es que os dejé hablar y me senté aquí.- Estaba en una roca, bajo la oscuridad.
- Ah vale, ¿vamos a mover el esquelto?- Le dije con una sonrisa picarona.
- ¡Claro! - Sonrió.

Fuimos para allá y sonaba una canción que no conocía y no sabía de donde salía, pero molaba. Nos pusimos a bailar como locos, dándonos algún beso que otro de vez en cuando. Me lo estaba pasando súper bien.

- ¡Tengo que hablar contigo!- Alguien me gritó al oído. Fer.
- ¿Qué? ¿¿Tiene que ser ahora??
- ¡Sí es muy importante y no puede esperar!
- Joder... ¡Luis! que me tiene que decir algo importante, ahora vengo. - Y le besé despacio, con ternura. Vi que Fer se había quedado flipando.

Me llevó hasta la avenida de la playa, donde no había ni una mosca... Y nos quedamos de pie, lejos el uno del otro.

- ¿Estás con ese en serio?
- Te dije antes que sí.
- Ah, yo pensaba que...
- ¿Qué?
- No sé, que todavía sentías algo por mí, como lo nuestro se acabó porque nos teníamos que ir...
- Pues te equivocas - Mentí.
- No quiero ser atrevido pero ¿estás segura? - Se acercó un poco a mí.
- Estoy con Luis y me va muy bien, es guapo, me trata genial y...
- ¿Yo te trataba mal? - Se acercó mas a mí.
- ¡Qué dices no! Fer, ya es tarde... y tu tenías novia hace nada.
- La dejé porque te quería solo a ti, eres única y me has dejado una gran huella aquí - Dijo señalándose al corazón. ¡Qué mono!

Se acercó más a mí, podía sentir su respiración, sus labios buscaban desesperadamente rozar los míos...

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